Insuficiencia cardiaca

monitorización de la función Renal

las pruebas de electrolitos séricos y de función renal Se recomiendan para la monitorización seriada de la IC, tanto en el ámbito agudo como en el crónico, ya que el empeoramiento de la función renal se asocia a un mal pronóstico. La frecuencia de la monitorización de la función renal depende del estado clínico del paciente. Los electrolitos séricos y las pruebas de función renal también se recomiendan en pacientes tratados con inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina, antagonistas de los receptores de la angiotensina II y diuréticos.,

monitorización adicional del tratamiento

La medición de la digoxina sérica a las 8-12 horas después de una dosis puede utilizarse para evaluar la sospecha de toxicidad o la no adherencia al tratamiento con digoxina. Las pruebas de función hepática y tiroidea deben ofrecerse como parte de una revisión clínica rutinaria en pacientes que toman amiodarona.

Pediatría

Los pacientes pediátricos con IC requieren una consideración especial porque la IC pediátrica puede presentarse de manera diferente a la IC del adulto y, a diferencia de la IC del adulto, está relacionada principalmente con cardiopatías congénitas., Las pruebas iniciales recomendadas en pacientes pediátricos consisten en medir los niveles de electrolitos, glucosa, nitrógeno ureico en sangre (BUN), creatinina y hormona tiroidea, junto con pruebas de función hepática y un CSC. Estas pruebas pueden repetirse según sea necesario para controlar el estado clínico. Los péptidos natriuréticos han demostrado valor como pruebas confirmatorias para IC aguda en niños; NT-proBNP puede ser más útil debido a su semivida más larga y mayor estabilidad en relación con BNP. Las troponinas cardíacas y otros biomarcadores son de utilidad limitada en pacientes pediátricos., Las pruebas genéticas pueden ser útiles, ya que se cree que la mayoría de los casos pediátricos tienen una base genética; la identificación temprana de una etiología genética de la IC puede permitir el tratamiento específico de la enfermedad y la identificación de los miembros de la familia en riesgo y podría guiar el asesoramiento reproductivo.

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