Painting of Vaquita, cow/calf pair, swimming near San Felipe, bc, Mexico. Artista: Barbara Taylor
abundancia y tendencias
la abundancia histórica de la vaquita es desconocida, pero la evidencia genética indica que la población nunca fue grande (Rojas-Bracho et al., 2006)., La primera estimación precisa de la abundancia se obtuvo de una encuesta Cooperativa México-Americana realizada en 1997 que muestreó todo el rango geográfico de la especie y estimó que había 567 individuos (IC 95% 177-1073; (Jaramillo-Legoretta et al., 1999). El trabajo acústico temprano entre 1997 y 2008 indicó un declive (Jaramillo-Legoretta & Rojas-Bracho, 2008)., Estos datos concuerdan con las estimaciones de población basadas en la estimación de abundancia visual de 1997, combinada con el aumento del número de pangas en el área, la tasa estimada de muertes por captura incidental en redes de enmalle y la tasa de crecimiento potencial de la población de vaquitas (Jaramillo-Legoretta et al., 2007).
se realizó una segunda encuesta México-Americana en 2008 y se estimó la abundancia total de vaquitas en 245 animales (CV = 73%, IC 05% 68-884) (Gerrodette et al. 2011). La estimación de 2008 fue un 57% inferior a la de 1997, una tasa media de disminución del 7,6%/año., La investigación de 2008 también recopiló datos para permitir el diseño de un programa de monitoreo acústico pasivo utilizando un dispositivo que detecta eventos de vaquita llamado CPOD. El programa de monitoreo acústico utiliza una red de 48 CPODs dentro del Refugio Vaquita. El refugio cubre alrededor del 50% de la distribución de las vaquitas, pero no pudo ser monitoreado debido a la pérdida de los CPODs por la pesca activa (tanto de enmalle como de arrastre). Los resultados indicaron una disminución del 67% en la actividad acústica en el área muestreada, con una tasa anual del 31% (informe CIRVA VI, en IWC/66/Rep01(2015), anexo L).,
se realizó una tercera encuesta internacional en 2015 y se estimó la abundancia total de vaquitas, basada en los resultados combinados de la encuesta de transecto de línea visual y monitoreo acústico pasivo estático, en 59 (95% CRI 22-145) (informe CIRVA VIII, 2016). Los resultados del programa de monitoreo acústico pasivo indican que la población de vaquitas experimentó una disminución promedio anual de 34% (IC 95% 21 a 48%) de 2011 a 2015, antes de la prohibición de emergencia de redes de enmalle que comenzó en mayo de 2015., Es cierto (un 100% de probabilidad) que la población disminuyó durante este intervalo de tiempo y casi seguro (un 98% de probabilidad) que disminuyó a una tasa anual de más del 20%. En general, los resultados del modelo indican que la población disminuyó en un 80% (IC 95% 62% – 93%) entre 2011 y 2015.
la población más actual estimada se basa en el análisis de los datos del Programa de monitoreo acústico de 2016, que muestra que casi la mitad de la población restante de vaquitas se perdió entre 2015 y 2016 (una disminución anual del 49%)., La tasa media anual de disminución entre 2011 y 2016 se estima en un 39%, lo que corresponde a una disminución de la población del 90% en este período de cinco años. CIRVA estima que, a noviembre de 2016, solo aproximadamente 30 vaquitas probablemente permanecen y la especie está en peligro inminente de extinción (CIRVA VIII, 2016).
interacción con la pesca
coincidente con el reconocimiento de la vaquita como una nueva especie fue la constatación de que los individuos estaban siendo capturados incidentalmente en la pesca comercial a pequeña escala e industrial (Norris& Prescott, 1961)., Desde mediados de la década de 1930 (Brownell, 1982) hasta mediados de la década de 1970 (Flanagan & Hendrickson, 1976), la pesquería más importante en términos de captura incidental de vaquita fue la pesquería de redes de enmalle para totoaba, Totoaba macdonaldi, un pez grande de hasta 2 m de longitud y puede superar los 100 kg de peso que es endémico del Golfo de California. A pesar del cierre, muchas vaquitas continuaron muriendo en redes ilegales de totoaba (Vidal 1995 y ver detalles de la pesquería temprana de totoaba en Rojas-Bracho y Taylor 1999)., Esta pesquería se cerró oficialmente en 1975 debido a la sobrepesca severa (la especie está en la lista de especies en peligro de México, incluida en el Apéndice I de CITES (1976), agregada a la lista de especies en peligro de Estados Unidos (1979) y está incluida (1986) en la Lista Roja de la UICN como en peligro crítico). Incluso después del cierre de la pesca de totoaba, muchas vaquitas murieron en la pesca ilegal (Vidal 1995) y algunas en una pesquería experimental (Ver resumen de los primeros niveles de vaquitas muertas en redes de totoaba en Rojas-Bracho y Taylor 1999)., Desde entonces, y tal vez antes, se ha sabido que las vaquitas se capturan incidentalmente en redes de enmalle establecidas para camarones y peces. D’Agrosa et al. (2000) encontraron que se sabe que hay algún nivel de captura incidental de vaquita en la mayoría, si no en todos, los tipos de redes de enmalle utilizadas en esta área. Las pesquerías de redes de enmalle a pequeña escala en el norte del Golfo de California generalmente implican el uso de embarcaciones conocidas como pangas, que son (principalmente) embarcaciones de fibra de vidrio con motor fuera de borda de 6 a 8 metros de largo tripuladas por dos o tres hombres locales (Vidal et al., 1994)., La pesquería con redes de enmalle es altamente dinámica debido a una combinación de variación ambiental, factores de mercado y sobreexplotación (Rojas-Bracho et al., 2006). Gran parte del mercado de pescado es nacional. Las especies objetivo incluyen corvina (Cynoscion othonopterus), caballas (sierra, Scomberomorus sierra; también S. concolor), chano (Micropogonias megalops), tiburones (incluyendo Carcharhinus spp., Sphyrna spp., Rhizoprionodon spp. y Mustelus spp.), y rayas (incluidas las myliobatis spp., Rhinobatus spp., Dasyatis brevis, Mobula spp.)., La pesca de camarón de alto valor en el norte del Golfo incluye una gran flota de arrastre industrial, así como las pangas que pescan con redes de enmalle. El producto, especialmente el camarón fresco congelado, se consume localmente o se exporta a los Estados Unidos (Rojas – Bracho et al., 2006).
La pesca ilegal de totoaba ha aumentado enormemente en los últimos años y es una gran amenaza para la vaquita. Como en años anteriores, las vaquitas han muerto en redes puestas para totoaba., Además de la carne, este pez en peligro de extinción es apreciado por su vejiga natatoria, que se exporta a China, donde se utiliza como ingrediente en la sopa y se cree que tiene valor medicinal. Miles de vejigas natatorias se secan y se sacan de contrabando de México, a veces a través de los Estados Unidos. Los pescadores reciben hasta 8 8,500 por cada kilogramo de vejiga natatoria de totoaba, equivalente a los ingresos de medio año de las actividades de pesca legales., Leer más: Environmental Investigative Agency 2016 report: Collateral Damage: How illegal trade in totoaba swim bladders is driving the vaquita to extinction and Elephant Action League 2017 report: Operation Fake Gold.
evaluación de amenazas
Rojas-Bracho & Taylor (1999) examinó si cuatro factores hipotéticos constituían amenazas que podrían poner a la vaquita en riesgo de extinción., Las supuestas amenazas y conclusiones sobre su importancia son: (1) la alteración del hábitat por la reducción del flujo del Río Colorado no parece ser actualmente una amenaza porque la productividad del ecosistema (niveles de nutrientes y clorofila) sigue siendo alta en el hábitat de la vaquita y las vaquitas examinadas después de morir en redes de pesca parecían alimentarse normalmente (es decir.,( 2) las cargas de contaminantes en los tejidos de los animales capturados incidentalmente son bajas y los datos disponibles muestran que los contaminantes no representan una amenaza para la supervivencia de la población restante; (3) es poco probable que la reducción de la aptitud debido a la depresión endogámica y la pérdida de variabilidad genética representen un alto riesgo en la actualidad, aunque el riesgo aumentará si las vaquitas permanecen en baja abundancia durante largos períodos de tiempo; y (4) la mortalidad resultante de la captura incidental de la pesca plantea un alto riesgo porque las muertes en redes superan con creces la posible sustitución por nacimientos., Los autores señalan que el manejo a corto plazo no debe verse obstaculizado por la incertidumbre en la estimación de la magnitud de estas amenazas, y los esfuerzos primarios de conservación deben dirigirse hacia la eliminación inmediata de la mortalidad incidental de la pesca. Estas conclusiones han sido reiteradamente confirmadas por CIRVA, el Comité Internacional para la recuperación de La Vaquita (CIRVA 1997, 1999, 2004, 2012, 2014, 2015, 2017)., Investigaciones recientes centradas en la vaquita y la productividad del Golfo Norte han corroborado la conclusión de CIRVAs: esta región se ha mantenido un sistema saludable a nivel de productores primarios a pesar de la posible falta de suministro de nutrientes por el río Colorado. El pequeño tamaño de la población de vaquitas no se debe al colapso de su ecosistema. Leer más: Brusca et al. 2016, flujo del Río Colorado y productividad biológica en el norte del Golfo de California, México.
estimaciones de captura incidental
Las Redes de enmalle para peces y camarones causan mortalidad incidental (captura incidental) de vaquitas., El único estudio publicado que estima la captura incidental es de 1993-94 y se refiere a El Golfo de Santa Clara, uno de los tres principales puertos pesqueros (D’Agrosa et al., 2000). Los autores estimaron que 39 individuos fueron asesinados por año (IC 95% 14-93) utilizando datos combinados de observadores y entrevistas con pescadores. Suponiendo una tasa similar de mortalidad en el puerto de San Felipe, la estimación extrapolada de mortalidad incidental para los dos puertos fue de 78 vaquitas muertas por año en 1993 (D’Agrosa et al., 2000), que está muy por encima de lo que sería sostenible para esta especie (D’Agrosa et al.,, 2000; Rojas-Bracho et al., 2006).
esfuerzos de conservación: trabajando junto con científicos y agencias no gubernamentales, el Gobierno de México ha tomado una serie de acciones a lo largo de los años que tenían como objetivo eliminar las redes de enmalle de la región y proteger a la vaquita. Para guiar estos esfuerzos, el Gobierno de México estableció el Comité Internacional para la recuperación de La Vaquita (CIRVA) en 1996 con el mandato de desarrollar, supervisar y promover un plan de recuperación para la vaquita. CIRVA ha desarrollado muchas recomendaciones, resumidas en 9 informes a lo largo de los años intermedios., La recomendación más consistente e importante es prohibir permanentemente la fabricación, posesión o uso de todas las redes de enmalle en tierra o mar en toda la gama de vaquitas. Leer más: informes CIRVA.
entre los esfuerzos para proteger a la vaquita adoptados por el Gobierno de México están la designación de una reserva de la Biosfera (La Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y el Delta del Río Colorado, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO) en 1993 y, en 2005, el establecimiento de un refugio de Vaquita, donde se prohíbe toda la pesca comercial (incluidas las redes de enmalle) en el hábitat central de la vaquita., En 2008, el Gobierno presentó el plan de Acción para la conservación de especies Para La Vaquita (Pace Vaquita), un esfuerzo integral de protección y recuperación que incluye un programa para alentar a los pescadores a cambiar a artes de pesca que no amenacen a las vaquitas. Estas acciones pueden haber frenado, pero no detenido, el declive de la especie (Rojas-Bracho y Reeves, 2013). En 2013, se estableció una nueva Comisión Asesora de la Presidencia de México para la recuperación de La Vaquita con el fin de acelerar las acciones para salvar a la vaquita., Más tarde ese año, el Gobierno Mexicano adoptó nuevas regulaciones (NOM 002) para cambiar todas las redes de enmalle de camarón a redes de arrastre de tipo pequeño durante un período de 3 años.
a partir de 2011, el programa de monitoreo acústico reveló una disminución acelerada de la población, debido al resurgimiento de una pesquería ilegal para otra especie en peligro de extinción: la totoaba (CIRVA v, 2014). Con menos de 100 personas restantes, el Gobierno de México respondió con una prohibición de emergencia de redes de enmalle de dos años con compensación a los pescadores y las industrias relacionadas y mayores esfuerzos de aplicación con la Marina a cargo., El nuevo programa (la estrategia integrada para la recuperación de La Vaquita) fue lanzado en San Felipe por el Presidente Peña Nieto en abril de 2015. Como parte de este programa, se llevó a cabo una nueva encuesta (Vaquita Expedition 2015) para obtener la estimación de abundancia más precisa posible al inicio de este programa, pero los resultados solo confirmaron la continua disminución dramática: la abundancia de 2015 se estimó en 59 (Taylor et al. 2016) y la última estimación de población es de 30 (CIRVA VIII, 2016).