reflujo gastroesofágico y cáncer

la relación causal entre ERGE y adenocarcinoma de esófago, aunque poco clara hace solo unas décadas, ahora está bastante bien establecida. Los cambios fisiológicos y las alteraciones biocelulares de la mucosa esofágica dañada están mejor documentados. A pesar de este conocimiento, el aumento dramático en la incidencia de cáncer de esófago no puede ser explicado. El riesgo absoluto de adenocarcinoma de esófago derivado de ERGE es bajo y, en la actualidad, no justifica los programas de cribado poblacional., Aún así, con la noción de que el adenocarcinoma del esófago es un cáncer agresivo una vez documentado, las preguntas importantes todavía necesitan respuestas para los pacientes que sufren de síntomas de reflujo. Los pacientes que tienen enfermedad por reflujo no son necesariamente sintomáticos. No está claro si los pacientes que presentan síntomas de reflujo deben someterse a una endoscopia obligatoria con biopsias en la Unión esofagogástrica. Además, la metaplasia del esófago inferior a menudo no es fácilmente reconocible en la endoscopia, y solo las biopsias pueden documentar histología anormal., Un historial severo y prolongado de reflujo siempre debe orientar a la posibilidad de un esófago de revestimiento columnar relacionado con el reflujo. Una vez documentado, el esófago de Barrett necesita ser visto como una condición premaligna que no necesariamente conduce a la formación de adenocarcinoma; a pesar de su mayor riesgo de formación de tumores, la mayoría de los pacientes que tienen esófago de Barrett mueren por otras causas. Durante el seguimiento endoscópico regular, las biopsias circunferenciales multinivel deben documentar la evolución de los cambios histológicos en el esófago inferior y en la unión gastroesofágica de estos pacientes., Es el único método disponible para documentar la aparición de displasia. Todavía no está claro si la medicina o la cirugía proporcionan la mejor calidad de vida y la mejor protección contra el desarrollo de displasia y la posible progresión hacia la formación de adenocarcinoma cuando la metaplasia intestinal está presente en el esófago.

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