La señal de


San Agustín y signsEdit

San Agustín fue el primer hombre que sintetizó el clásico y Helenístico teorías de los signos. Para él un signo es una cosa que se utiliza para significar otras cosas y para hacerlas venir a la mente (de Doctrina Christiana (en adelante DDC) 1.2.2; 2.1.1). Los signos más comunes son las palabras habladas y escritas (DDC 1.2.2; 2.3.4-2.4.5). Aunque Dios no puede ser plenamente expresable, Agustín hizo hincapié en la posibilidad de la comunicación de Dios con los seres humanos por medio de signos en las Escrituras (DDC 1.6.6)., Agustín apoyó y desarrolló las teorías clásicas y helenísticas de los signos. Entre la corriente dominante en las teorías de los signos, es decir, la de Aristóteles y la de los estoicos, la primera teoría se filtró en las obras de Cicerón (106-43 AC, de inventione rhetorica 1.30.47-48) y Quintiliano (circa 35-100, Institutio Oratoria 5.9.9-10), que consideraba el signo como un instrumento de inferencia., En su comentario sobre de Interpretatione de Aristóteles, amonio dijo: «de acuerdo con la división del filósofo Teofrasto, la relación del habla es doble, primero con respecto a la audiencia, a la que el discurso significa algo, y segundo con respecto a las cosas sobre las que el orador intenta persuadir a la audiencia.»Si coincidimos DDC con esta división, la primera parte pertenece a DDC Libro IV y la segunda parte a DDC Libros I-III., Agustín, aunque influenciado por estas teorías, avanzó su propia teoría teológica de los signos, con cuya ayuda se puede inferir la mente de Dios a partir de los acontecimientos y las palabras de la escritura.

Los Libros II y III de DDC enumeran todo tipo de signos y explican cómo interpretarlos., Los signos se dividen en natural (naturalia) y convencional (data); este último se divide en animal (bestiae) y humano (homines); este último se divide en No palabras (cetera) y palabras (verba); este último se divide en palabras habladas (voces) y palabras escritas (litterae); este último se divide en signos desconocidos (signa ignota) y signos ambiguos (signa ambigua); tanto el primero como el último se dividen respectivamente en signos particulares (signa propria) y signos figurativos (signa translata), entre los signos figurativos desconocidos pertenecen a los paganos.,Además del conocimiento exegético (Quintiliano, Institutio Oratoria 1.4.1-3 y 1.8.1-21) que sigue el orden de la lectura (lectio), la crítica textual (emendatio), la explicación (enarratio) y el juicio (iudicium), se necesita conocer el idioma original (hebreo y griego) y una amplia información de fondo sobre la escritura (DDC 2.9.14-2.40.60).

La comprensión de Agustín de los signos incluye varias presuposiciones hermenéuticas como factores importantes. Primero, el intérprete debe proceder con humildad, porque solo una persona humilde puede captar la verdad de la escritura (DDC 2.41.62)., Segundo, el intérprete debe tener un espíritu de investigación activa y no debe dudar en aprender y usar la educación pagana con el propósito de conducir al aprendizaje Cristiano, porque toda verdad es la verdad de Dios (DDC 2.40.60-2.42.63). Tercero, el corazón del intérprete debe ser fundado, arraigado y edificado en el amor que es la meta final de todas las Escrituras (DDC 2.42.63).

el signo no funciona como su propio objetivo, sino que su propósito radica en su papel como significado (res significans, DDC 3.9.13)., Dios dio señales como medio para revelarse; los cristianos necesitan ejercer principios hermenéuticos para comprender esa revelación divina. Incluso si el texto bíblico es oscuro, tiene beneficios significativos. Porque el texto oscuro nos impide caer en el orgullo, activa nuestra inteligencia (DDC 2.6.7), templa nuestra fe en la historia de la revelación (DDC 3.8.12), y refina nuestra mente para que sea adecuada a los santos misterios (DDC 4.8.22). Al interpretar los signos, primero se debe buscar el significado literal, y luego el significado figurativo (DDC 3.10.14-3.23.33)., Agustín sugiere el principio hermenéutico de que el versículo bíblico oscuro se interpreta con la ayuda de Versos sencillos y sencillos, que formaron la doctrina de «scriptura scripturae interpres» (la escritura es el intérprete de la escritura) en la era de la Reforma. Además, introduce las siete reglas de Tyconius el Donatist para interpretar el oscuro significado de la Biblia, que demuestra su comprensión de que toda la verdad pertenece a Dios (DDC 3.3.42-3.37.56)., Para aplicar adecuadamente la hermenéutica del signo de San Agustín en los tiempos modernos, es necesario intervenir en todas las divisiones de la teología y adoptar enfoques interdisciplinarios.

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