uno cuya sabiduría es mayor que sus obras, ¿a qué se compara? A un árbol con muchas ramas y algunas raíces…. Pero uno cuyas obras son mayores que su sabiduría, ¿a qué se compara? A un árbol con muchas raíces y pocas ramas….

Ética de los Padres 3:17

Pero, ¿no es al revés? ¿No es la sabiduría la raíz de la acción, y cada acto del hombre la consecuencia de lo que conoce y entiende?

de hecho, el árbol de la vida está arraigado en la mente., Pero hay veces que actuamos sobre una convicción que no se deriva de la concepción de la vida de nuestra mente, e incluso es antitética a ella.

en su Tanya, el rabino Schneur Zalman de Liadi discute un fenómeno que es único en la historia judía: el mártir apóstata. A lo largo de los siglos, innumerables miles de judíos se vieron obligados a elegir entre su fe y sus vidas; en la abrumadora mayoría de los casos, optaron por morir en lugar de renunciar a su condición de judíos., Muchos credos y causas tienen sus mártires; pero el martirio judío es único en el sentido de que incluía a muchos cuyas vidas cotidianas estaban distantes de los mismos principios por los que murieron. Es razonable que el creyente devoto o el idealista comprometido podría optar por morir por la fe y los ideales a los que ha dedicado su vida; lo que desafía toda explicación lógica es el hecho de que los Judios cuya comprensión del judaísmo era insignificante, Judios que no observan las mitzvot en sus vidas diarias, fueron a su muerte en lugar de negar un compromiso que habían rechazado en sus vidas.,

en verdad, concluye el rabino Schneur Zalman, cada mitzvá es un acto supra-racional, derivado del vínculo intrínseco e inmutable del judío con Di-s. Pero solo rara vez estamos en sintonía con este estrato de nuestro ser. Nuestras vidas diarias se llevan a cabo en el plano racional de la psique, donde los actos de una persona son dictados por su comprensión y apreciación de sí mismo y sus metas en la vida. Pero hay momentos, como cuando nuestra propia identidad enfrenta su desafío final, cuando nuestro ser más profundo se afirma en nuestros pensamientos y acciones., Nuestro esfuerzo en la vida debe ser actualizar este compromiso Supremo en todo momento, no solo en «momentos de verdad» generados por crisis agudas.

En otras palabras, hay dos «árboles» en el alma humana. Está el árbol de la vida racional, cuyas raíces—la sabiduría, el conocimiento y la comprensión que la persona ha acumulado-generan y nutren las ramas, las hojas, las flores y los frutos de sus acciones y logros. Pero detrás de este árbol hay otro árbol, un árbol en el que las acciones son las raíces de la sabiduría., En este nivel, las obras de una persona están incrustadas en el suelo de la fe supraracional y el compromiso, y nutren su comprensión de sí mismo, su mundo y Su Di-s.

basado en un discurso del Rebe, Jeshvan 25, 5719 (8 de noviembre de 1958)

Este es un extracto de «más allá de la letra de la ley» por Yanki Tauber publicado por el Centro de vida significativa.

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