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lentiviral Infections of Sheep and Goats

Caprine arthritis encephalitis virus (CAEV) and VMV are two unrelatedlentivirus (Sonigo et al. 1985; Braun et al. 1987; Salterelli et al. 1990) que utilizan mecanismos patogénicos similares para inducir artritis, neumonía, mastitis y enfermedad del SNC en cabras y ovejas, respectivamente (ver tablas 5 y 6) (para revisión, ver McGuire et al. 1990; DeMartini et al. 1993; Narayan et al. 1993). La CAEV se asocia más comúnmente con artritis en Cabras adultas (Cork et al., 1974; Crawford et al. 1980). Este trastorno comparte muchas características con la artritis reumatoide, y por lo tanto las cabras infectadas por CAEV proporcionan un sistema modelo en el que estudiar esta importante enfermedad humana. La VMV suele causar neumonía en la fase de calado (DeMartini et al. 1993). Estas enfermedades surgen 3-5 años después de las infecciones que ocurren naturalmente y siguen un curso prolongado en el que una respuesta inflamatoria vigorosa causa daños en el tejido. Esta respuesta involucra macrófagos y células T CD8+ y CD4+ (Cordier et al.1992; Wilkerson et al.1995a, b), y el Sitio(s) de inflamación determina el tipo de enfermedad que resulta., Las enfermedades neurológicas asociadas con estas infecciones ocurren debido a una respuesta inflamatoria similar dentro del SNC.

Estos virus se replican y persisten en los macrófagos (Klevjer-Anderson y McGuire 1982; Narayan et al. 1982, 1983; Anderson et al. 1983; Gendelman et al. 1985, 1986; Cheevers et al. 1988; Zink et al.1990). Los macrófagos que se encuentran en las lesiones inflamatorias están infectados, y un subconjunto de las células expresan productos virales (Staskus et al. 1991b; Brodie et al. 1992); se desconoce si estos productos inician y mantienen la respuesta inflamatoria., Los animales artríticos infectados por CAEV tienen títulos muy altos de anticuerpos que reaccionan con la proteína SU en comparación con las cabras infectadas por la salud, y se encuentran grandes cantidades de células B en las lesiones (Johnson et al. 1983; Gogolewski et al. 1985; Knowles et al. 1990; Wilkerson et al. 1995a). Además, aunque las cabras infectadas sanas contienen Tcells CD4 + y CD8 + que responden bien a las proteínas codificadas por CAEV, la respuesta de las células de los animales martríticos se suprime (Perry et al.1995). No se ha investigado a fondo si se producen acontecimientos similares en las lesiones inflamatorias observadas en ovinos infectados por VMV.,

Los investigadores asumieron originalmente que los niveles de expresión viral eran extremadamente bajos durante largos períodos de tiempo en animales infectados con CAEV y VMV (para revisión,ver Haase 1986). Sin embargo, la alta frecuencia con la que se generan variantes durante estas infecciones (Clements et al. 1982; Ellis et al. 1987; Stanley et al. 1987; Cheevers et al. 1991) sugiere que estos virus, al igual que otros, sufren múltiples ciclos de replicación (ver Capítulo 11., Sin embargo, se producen niveles muy bajos de virus libre de células porque la replicación ocurre preferentemente en macrófagos, no en monocitos circulantes (Narayan et al. 1983; Peluso et al.1985; Gendelman et al. 1986; Gabudza et al. 1989). Estas diferencias en la replicación se correlacionan con la expresión regulada por el desarrollo de factores de transcripción particulares durante la diferenciación mieloide (Gabuzda et al. 1989; Shih et al. 1992).

la información relativa a los determinantes virales que median la enfermedad inducida por VMV y CAEV es escasa., Existen múltiples cepas de ambos virus y características desconocidas influyen en el tipo de tejido involucrado en la enfermedad (Querat et al. 1984; Lairmore et al. 1987, 1988; Cheevers et al. 1988; Roy et al. 1991; Staskus et al.1991a). Se dispone de clones moleculares infecciosos de CAEV y VMV (Sonigo et al. 1985; Braun et al. 1987; Salterelli et al. 1990), pero probar el potencial patógeno de un gran número de aislados es problemático debido al largo periodo tardío y a la falta de un modelo apropiado de animales pequeños. Además, al igual que otros lentivirus (Meyerhans et al.,1989), las presiones selectivas aplicadas durante el crecimiento de estos virus en cultivo probablemente han alterado sus propiedades. Otra complicación inherente a estos experimentos es que casi seguramente se generarán variantes adicionales en los animales infectados. Esta variación refleja las presiones selectivas de la respuesta inmunitaria y la selección de virus que tienen una ventaja replicativa inherente (para una revisión, ver Burns andDesrosiers 1994)., Puede ser difícil distinguir los determinantes que parecen estar relacionados con la patogenicidad porque permiten una replicación eficiente de los que estimulan la respuesta inflamatoria patógena.

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